
La problemática de los embarazos no deseados entre adolescentes no atañe solo a países en desarrollo. Es algo que también ocurre en Europa y en un porcentaje creciente.
En un post anterior hablamos sobre las posibles problemáticas a las cuales se enfrentan las jóvenes madres si se quedan embarazadas. En este artículo explicaremos cómo prevenir estos embarazos.
Según los expertos, se debe eliminar la falta de información y se deben hacer accesibles los métodos anticonceptivos. De esta manera se disminuye de forma radical en número de embarazos, nacimientos y abortos.
Aunque los investigadores creen que lo más conveniente es usar anticonceptivos de acción prolongada, como el DIU, este no previene contra las ETS, otro de los problemas aparejados al mantenimiento de relaciones íntimas.
Por ello es más conveniente el uso del condón, ya que previene el embarazo y también disminuye el contagio de muchas enfermedades, entre ellas el VIH.
Muchos adolescentes no asocian el riesgo de tener un hijo al comienzo de mantener relaciones. Creen que a ellos no les va a pasar, cuando es algo tan habitual como inevitable si no se toman las medidas oportunas.
Es importante trasladar a los jóvenes que mantener relaciones íntimas es un acto de responsabilidad y madurez para nuestro cuerpo y para el de la persona con quien se practica. Por ello, si somos suficientemente mayores como para tener relaciones, debemos serlo también para elegir un método anticonceptivo.
Además, es interesante también destacar que este método anticonceptivo es una garantía de tranquilidad y de disfrute sin preocupaciones. Si usamos un condón, por ejemplo, tras asegurarnos de que está colocado de forma correcta, podremos disfrutar de ese momento de intimidad con nuestra pareja sin pensar en contagios o en embarazos.
La otra posibilidad es abstenerse de mantener relaciones hasta que el menor se sienta preparado. Esta opción es muy válida, sobre todo cuando el menor se siente presionado por el grupo y no quiere mantener relaciones por decisión propia.
Los padres deben ser los primeros en ofrecer las posibilidades a sus hijos. Hablar de la responsabilidad que conlleva mantener relaciones y cómo los anticonceptivos no son opcionales sino obligatorios es muy importante. Es preferible dárselos en casa a que se arriesguen a no usarlos por no poder pagarlos.
Además, se les debe explicar muy bien cómo puede quedarse embarazada una mujer y las posibilidades que tiene, sobre todo por la edad fértil de una adolescente. No es algo que ocurra de forma imprevista o complicada, más bien al contrario.
Es interesante hacer hincapié en desmitificar esos bulos que en ocasiones un adolescente puede creerse a pies juntillas, como que hay formas de mantener relaciones y ciertas posturas que evitan el embarazo, que con una ducha después se elimina el riesgo o que si se para antes de que el hombre termine no hay riesgos.
Se deben usar palabras que ellos entiendan e ir sacando enseñanzas de cada lección, para que no sea solo una charla. No se debe esperar a que el colegio lo haga, puesto que tampoco se sabe con qué profundidad o intención se hablará en el centro escolar de las relaciones íntimas.
Cuanta mayor autoestima y respeto por uno mismo tenga el adolescente, más fácil le será tomar las decisiones correctas en el momento oportuno. Lo mismo ocurre con los amigos. Si se convive con ellos en un clima de tolerancia y amistad verdadera, se hablará sobre el tema, pero sin presionar o cuestionar las decisiones de los demás.
Por ello, se debe cultivar en el adolescente todo ese tipo de cualidades para que se convierta en una persona con personalidad y capacidad de decisión completa y autónoma.
Todo puede resumirse en dos indicaciones, información y acceso a los anticonceptivos.