
En pasadas entradas hablamos sobre el bullying y el cyberbullying y cómo los padres pueden detectar si su hijo está siendo acosado o si ha sido acosado a través de cierto comportamiento o cierta conducta con respecto al ámbito escolar o de amistades.
Creemos que es muy importante que padres y profesores conozcan bien los signos para detectar este tipo de acoso, tan extendido en la actualidad en los ámbitos sociales y de Internet, para que la actuación sea lo más rápida y eficaz posible.
Los niños no suelen pedir ayuda, ya que suelen sentir vergüenza y miedo. Por ello padres y profesores deben ser agentes activos en parar la situación.
- Se debe hablar con el niño, decirle que el acoso es un problema pero que tiene solución y que no tiene que temer nada. El lenguaje usado debe ser cariñoso y lleno de seguridad para transmitir al niño la certeza de que todo va a acabar.
- Se debe poner en conocimiento de profesores y autoridades escolares el problema para atajarlo cuanto antes. Los padres deben mostrarse colaborativos y solícitos.
- Es crucial crear un grupo de confort para que el niño se sienta seguro y tranquilo entre sus familiares, sus amigos y sus profesores. La casa debe ser el refugio del niño.
- Es muy posible que el niño que ha sufrido acoso necesite cierta ayuda psicológica para recuperarse y superarlo todo.
- El niño debe ver que hay consecuencias para el acosador, no tanto de castigo como de formación y ayuda. Como hemos hablado en algunos artículos anteriores, los acosadores son en ocasiones fruto de problemas familiares y dinámicas de baja autoestima, por lo que también es probable que necesiten ayuda.
Cosas que pueden ser contraproducentes:
- En ningún caso debe ignorarse el problema si se detecta un comportamiento angustiado o en peligro. Nunca.
- Tampoco se puede culpar al niño ni hacerle sentir que él ha provocado los ataques.
- No se debe estimular al niño para vengarse o para tomar represalias. Ni decir cosas como ‘ya se cansará’ o ‘no le hagas caso’.
- De forma personal los padres tampoco pueden amenazar al agresor.
- Se debe tratar con respeto a los profesores y seguir los protocolos establecidos. No es recomendable irrumpir en el colegio, pensando que no se han dado cuenta del maltrato y faltándoles al respeto.
Lo importante es atajar la situación cuanto antes y conseguir que el niño se sienta seguro y poco a poco consiga recuperarse de su problema.