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15 SEPT
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Infancia /
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En pasadas entradas hablamos sobre el bullying y el cyberbullying y cómo los padres pueden detectar si su hijo está siendo acosado o si ha sido acosado a través de cierto comportamiento o cierta conducta con respecto al ámbito escolar o de amistades.

Creemos que es muy importante que padres y profesores conozcan bien los signos para detectar este tipo de acoso, tan extendido en la actualidad en los ámbitos sociales y de Internet, para que la actuación sea lo más rápida y eficaz posible.

Los niños no suelen pedir ayuda, ya que suelen sentir vergüenza y miedo. Por ello padres y profesores deben ser agentes activos en parar la situación.

  • Se debe hablar con el niño, decirle que el acoso es un problema pero que tiene solución y que no tiene que temer nada. El lenguaje usado debe ser cariñoso y lleno de seguridad para transmitir al niño la certeza de que todo va a acabar.
  • Se debe poner en conocimiento de profesores y autoridades escolares el problema para atajarlo cuanto antes. Los padres deben mostrarse colaborativos y solícitos.
  • Es crucial crear un grupo de confort para que el niño se sienta seguro y tranquilo entre sus familiares, sus amigos y sus profesores. La casa debe ser el refugio del niño.
  • Es muy posible que el niño que ha sufrido acoso necesite cierta ayuda psicológica para recuperarse y superarlo todo.
  • El niño debe ver que hay consecuencias para el acosador, no tanto de castigo como de formación y ayuda. Como hemos hablado en algunos artículos anteriores, los acosadores son en ocasiones fruto de problemas familiares y dinámicas de baja autoestima, por lo que también es probable que necesiten ayuda.

Cosas que pueden ser contraproducentes:

  • En ningún caso debe ignorarse el problema si se detecta un comportamiento angustiado o en peligro. Nunca.
  • Tampoco se puede culpar al niño ni hacerle sentir que él ha provocado los ataques.
  • No se debe estimular al niño para vengarse o para tomar represalias. Ni decir cosas como ‘ya se cansará’ o ‘no le hagas caso’.
  • De forma personal los padres tampoco pueden amenazar al agresor.
  • Se debe tratar con respeto a los profesores y seguir los protocolos establecidos. No es recomendable irrumpir en el colegio, pensando que no se han dado cuenta del maltrato y faltándoles al respeto.

Lo importante es atajar la situación cuanto antes y conseguir que el niño se sienta seguro y poco a poco consiga recuperarse de su problema.

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